Soy Jesús Cruz, mexicano de nacimiento y latino por orgullo. Crecí con muchas carencias, trabajando desde niño junto a mi hermano Armando. Venimos de una familia humilde y, como muchos, cruzamos a Estados Unidos buscando oportunidades, no lujos.
No hablábamos inglés, no teníamos papeles, ni dinero, pero sí teníamos algo que no se compra: hambre de salir adelante, fe y creatividad.